Salud Mental en Valencia
Doctor Alberto Soler
Soy médico en Valencia, donde ejerzo en el ámbito de la Salud Mental. En la actualidad soy miembro Extraordinario de la SPCV (Sociedad de Psiquiatría de la Comunidad Valenciana) y de la ASEPP (Asociación Española de Psiquiatría Privada).
Curiosamente, la especialidad que realicé cuando finalicé la carrera de Medicina no fuera ésta sino la Pediatría y, posteriormente, la Medicina Familiar y Comunitaria, disciplinas que he ejercido hasta que en la década de los años noventa mi orientación vocacional se decantó hacia la salud mental y, en mi madurez profesional, comencé un nuevo ciclo de formación que suponía un giro rotundo en mi carrera.
En mi actuación profesional con los pacientes que sufren algún proceso que afecte a su salud mental, siempre adopto una actitud integradora que concilie la metodología propia de la medicina científica con una concepción humanista del acto terapéutico. Y si así lo hago es porque me opongo a la pérdida de la imagen humanista que progresivamente ha afectado a mi profesión, durante milenios identificada con el modelo hipocrático.
Es por ello que, además de prescribir medicación cuando lo considero necesario, suelo recomendar a mis pacientes una adecuada terapia psicológica. Entre ellas me suelo decantar (aunque no con exclusividad absoluta) por la Terapia Gestalt por ser una corriente humanista muy adecuada para quienes, como yo, compaginamos la medicina racional y científica con el humanismo de la medicina clásica que poco a poco se va perdiendo (sobre todo a partir de la segunda mitad del siglo XX) conforme lo avances médicos y tecnológicos crecen exponencialmente.
Sin duda esta es la razón de mi presencia en la web de Terapia Gestalt Valencia.
¿Qué hace un médico en la web de una Terapeuta Gestalt?
Con mi adhesión a una concepción multidisciplinar en el tratamiento de la enfermedad mental me he posicionado defendiendo una actuación conjunta entre médico y psicoterapeuta desde una óptica científica y también humanista.
En mi práctica médica, he comprobado que algunos pacientes evolucionan favorablemente sólo con medicamentos. También hay otros resuelven sus conflictos sólo con psicoterapia. Sin embargo, mi experiencia me dice que son muchos más quienes en algún momento de su evolución necesitan simultanear ambas estrategias.
Cuando un psicoterapeuta me remite un paciente, tras una exhaustiva evaluación emito un diagnóstico del proceso que sufre y valoro si precisa o no de un tratamiento farmacológico que le alivie en sus síntomas (y por tanto en su sufrimiento) y como beneficio añadido le permita obtener un mayor rendimiento de sus sesiones de psicoterapia.
La mayoría de las veces es el paciente quien acude a mí directamente sin haber consultado previamente a un psicólogo. Es estos casos puede suceder que una vez evaluado, diagnosticado e iniciado un tratamiento medicamentoso –cuando procede–, le recomiende que acuda a un psicoterapeuta que trabaje coordinadamente conmigo o al menos que coincida con mi concepción y modo de abordar la restauración de la salud mental.